Supongan que nacen y la genética ha pasado de largo por su puerta.
Un día se dan cuenta de que el espejo de su habitación no fue comprado en una feria, y tan sólo muestra la realidad tal cual es. Y crecen, pero un día dejan de hacerlo sin sobrepasar el metro y medio de altura. Su voz no termina de alcanzar el tono grave que desearían, y poco tiempo después comienza a caerseles el pelo para ya no detenerse hasta que tan sólo pueble los costados de su cabeza.
Imaginen que su sueño es ser actor, pero con semejantes credenciales físicas, son conscientes de que la cosa no va a resultar fácil, por mucho que su padre sea el editor del New Yorker.
Entonces sólo queda una solución. Tener talento. Y a este tío, le sobra…
Siempre está bien. Ya sea poniendo voces a dinosaurios creados por ordenador («Toy Story»), trabajando bajo la exigente batuta de Woody Allen («Melinda y Melinda», «Días de Radio»), encarnando a uno de los mejores malos de las últimas décadas («La Princesa Prometida»), o cubriendo carencias ajenas en mil series de televisión…
Pero por encima de todo eso, quien no le haya visto en el tío Vanya neoyorkino de Louis Malle, de veras que no sabe lo que se pierde.
10 comentarios
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octubre 4, 2006 a 9:31 am
kuroi_yume
En esta ocasión, si digo que es un enorme actor no estoy haciendo para nada un chiste.
Es un actor que me fascina desde pequeño («La Princesa Prometida» es una de esas películas que ves siempre que la dan por la TV)
octubre 4, 2006 a 9:46 am
Leon
La escena de «la princesa prometida» con la droga aquella (que no recuerdo el nombre) en la mesa es buenísima.
octubre 4, 2006 a 9:48 am
desconvencida
Yo adoro a Wallace… por eso me hizo tanta gracia el otro día cuando le vi brevemente en «Manhattan», haciendo de ex marido de Diane Keaton, Woody Allen alucinaba porque ella le había hablado mucho de él, definiéndole como un genio, un superdotado sexual que tenía a miles de mujeres detrás de él y Allen no entiende ese atractivo, jajaja… Sobre todo me gusta su papel en «La Princesa Prometida», no le he visto en «Tío Vanya», esto no puede ser…
octubre 4, 2006 a 9:56 am
Ice
Otro gran secundario de lujo…
octubre 4, 2006 a 10:45 am
antarcticastartshere
Paradojico, pero para nada un chiste. Es enorme, Sr. Yume.
«La Princesa Prometida» es un clásico. Y en particular, la escena que citas, León, es buenísima. Además de ser la constatación de lo ilógico de la lógica.
Sí, en «Manhattan» su aparición es un gag en sí mismo, por todo lo que cuentas. El hecho de haber trabajado tantas veces con Woody Allen, sabiendo lo exigente que es él con los actores, demuestra lo bueno que es.
En «Tío Vanya en la calle 42», se sale. Está enorme. Emana magnetismo. Igual que en «Melinda y Melinda», te dan ganas de sentarte junto él en la mesa del restaurante, para escuchar su versión de la historia. Lo dicho, me entanta este tío.
De lujo, Ice, y además, calvo :p . Lástima que su físico le relege a papeles secundarios permanentemente. Parece que a la masa le cuesta creer que un tipo como él pueda tener vida sentimental. Casi nunca le colocan una mujer al lado, y cuando lo hacen, es para forzar un gag.
octubre 4, 2006 a 2:05 pm
desconvencida
Eso, reivindiquemos a más tipos como Wallace Shawn y Paul Giamatti para películas románticas… de largo siempre he preferido las películas que tienen protagonistas «normales» y no apolíneos actores de sonrisa perfecta…
octubre 4, 2006 a 2:06 pm
desconvencida
Eso, reivindiquemos a más tipos como Wallace Shawn y Paul Giamatti para películas románticas… de largo siempre he preferido las películas que tienen protagonistas «normales» y no apolíneos actores de sonrisa perfecta…
Desconvencida (defensora de causas perdidas)
octubre 4, 2006 a 5:42 pm
mycroft
La Princesa Prometida es genial, la de Vanya no la he visto.
octubre 4, 2006 a 6:53 pm
Lucinda
Yo le conozco de «Melinda y Melinda» y de «La Maldición del Escorpión de Jade», ambas de Woody Allen.
octubre 4, 2006 a 10:09 pm
antarcticastartshere
Eso, eso… Reivindiquemos las barrigas cerveceras, los michelines y las cabezas con poco pelo. Aunque dudo que eso nos haga más felices. Que reconozco babear abundantemente cuando veo aparecer a la Kidman en una pantalla.
Oye, que a mí, Paul Giamatti, me parece un tipo atractivo. Y Virginia Madsen, seguro que está de acuerdo conmigo.
La princesa prometida es genial, exactamente, Mycroft. Una delicia. Un clásico. Una referencia.
Sí, como ya dije, este tipo ha trabajado en varias ocasiones con Woody. También yo le contrataría si estuviese en mi mano. Me declaro fan… fatal de Wallace Shawn.